El hotel cuenta con un edificio antiguo muy impresionante.

Durante mi estancia, el servicio de limpieza entró a la habitación a pesar de tener el cartel de no molestar. Esto resultó en una falta de privacidad que no esperaba. Además, el aire acondicionado no estaba bajo nuestro control y pasamos calor, lo que fue bastante incómodo. La conexión Wi-Fi era deficiente y no pudimos cumplir con algunas tareas importantes que teníamos que resolver durante nuestro viaje.

La biblioteca es muy acogedora y encantadora.

Corto, claro y al pie

El alojamiento ofrece habitaciones limpias y cómodas con vistas espectaculares, además de una cocina excepcional y un desayuno que despierta los sentidos. Sin embargo, el servicio se siente limitado y la calidad de respuesta ante quejas no es la mejor, lo que podría mejorar significativamente la experiencia.

Vistas espectaculares desde la habitación.

La Rectoral es simplemente espectacular, con habitaciones amplias y cómodas. Desayunar en la terraza con vistas a los valles de Taramundi es un lujo. Ángeles nos atendió con una amabilidad que hizo nuestra estancia aún más especial. ¡Sin duda volveré!

Las habitaciones son amplias y tienen una terraza preciosa. Aprovecha la biblioteca para pasar un rato tranquilo y relajarte.

una experiencia destacada por su cercanía a atractivos locales

Durante mi estancia disfruté de las vistas espectaculares desde la terraza donde desayunaba, además, la ubicación me permitió explorar fácil la Iglesia de San Martín Obispo que queda a solo 150 metros y el Ayuntamiento de Taramundi, que está a menos de 5 minutos a pie, permitiendo un recorrido muy agradable por el centro del pueblo.

La experiencia en La Rectoral fue una gran decepción. El aire acondicionado es controlado por ellos y pasamos calor. Además, el wifi era inexistente, obligándonos a molestar con nuestro móvil. Y claro, no hay ese detallito de un pequeño regalo al llegar. Sin duda, me quedo con ganas de escribir una reseña positiva, pero no puedo.

Ubicación impresionante, en medio de la belleza de los paisajes asturianos. El desayuno estuvo del carajo, todo muy bien servido. Las habitaciones cómodas, perfectas para descansar. Lo único que me pareció un poco maluco fue el aire acondicionado, le falta una que otra mejora. Pero en general, ¡una experiencia muy bacana!

El lugar tiene una biblioteca muy agradable y una terraza fantástica para disfrutar del paisaje asturiano. Nos encantó la experiencia de recorrer la Ruta del Agua.

me sentí muy bien, no tengo ninguna razón para quejarme

La Rectoral me hizo sentir como en un cuento de hadas asturiano, con su edificio del siglo XVIII que parece sacado de una postal. Las habitaciones son tan amplias que podría haber organizado una fiesta de té para los gnomos del jardín. Además, el restaurante ofrece una cena local que le haría sonrojar a cualquier chef, especialmente si te decides por el vino regional que acompaña la comida como un amigo fiel.

Wi-Fi inestable

La experiencia fue increíble. Las habitaciones son amplias y cómodas, y desayunar en la terraza fue lo mejor, con vistas que te dejan sin aliento. Además, el aparcamiento cubierto es muy práctico. Visitamos la Iglesia de San Martín Obispo y exploramos el Ayuntamiento, ¡todo a un paso! Definitivamente, un lugar recomendable para disfrutar.

Sin embargo, una pequeña pega fue la calefacción, ya que sentimos un poco de frío por la noche.

la calefacción no funcionó bien, pero la limpieza fue impecable, la atención del personal fue genial y las vistas eran un espectáculo impresionante. el desayuno era abundante y bien servido, muy rico.